Hola, gentecilla :) Siento no subir capítulos muy a menudo, pero es que ahora voy a empezar con los exámenes intermedios (asco) y tengo que estudiar. Además, paralelamente a Velas de Viento estoy escribiendo un relato para un concurso y me lo estoy currando xD Si queréis participar, es para jóvenes de entre 16 y 23 años. Os dejo el enlace: http://www.mariaagustina.es/bases
Johanna se preguntó
dónde estaría Dick. Normalmente, después de las clases con su
padre, la esperaba siempre en la cubierta para las clases de lucha. Le parecía que aún era pronto, pues su
padre les había dejado ir antes que otros días, así que Johanna
determinó que antes de subir a la cubierta se pasaría por el
camarote de Dick.
Su amigo compartía
camarote con cuatro chicos más, dos de ellos eran Peter y Ben, y los
otros dos se llamaban Kimbu y Nate, de 10 y 8 años, respectivamente. Ese era el camarote destinado a los grumetes en formación, chicos menores de 16 años que tenían trabajos tales como limpiar la
cubierta. Johanna, aunque tenía aún trece años y en teoría
pertenecía a ese grupo, se alojaba aparte gracias a su padre. La
chica le había pedido incontables veces que dejara a Dick quedarse
con ella en su camarote individual, pero el Capitán John se había
negado alegando que eso le parecía inapropiado.
El camarote de los
grumetes estaba cerca de la bodega, bastante lejos de la luz del sol
y era, por descontado, uno de los peores camarotes del barco. La
estancia que te correspondía estaba en concordancia con la posición
que ocupabas y ser grumete no era, que digamos, algo muy glamuroso.
En aquel camarote no había ventanas, tan solo un ojo de buey casi en
el techo al que golpeaban las olas constantemente. Como Johanna
imaginaba, Dick no estaba allí, había sido una tontería bajar. Él siempre procuraba pasar el
mayor tiempo fuera de aquel lugar, decía que se axfisiaba en un sitio tan cerrado. A quien si encontró fue a Ben, sentado
en una esquina sobre unas mantas y leyendo el libro que el capitán
le había prestado. Como el camarote era muy pequeño (más que el de
Johanna), los chicos tenían que dormir unos sobre un fino colchón
en el suelo y otros sostenidos por hamacas hechas de cuerda trenzada
que colgaban del techo sujetas por unos clavos.
-¿Has visto a
Dick, Ben?-Le preguntó Johanna.
El chico levantó
la mirada vidriosa del libro y negó con la cabeza para luego seguir
leyendo. Ni siquiera perdió el tiempo en decir nada. Ella no acababa de entender cómo alguien se podía sumergir de esa forma en la lectura.
Johanna decidió
por fin subir a la cubierta, el olor a vino y a ron proveniente de la
bodega le estaba mareando. Esta estaba muy concurrida, con piratas
que trabajaban y con otros que simplemente estaban sentados
en el suelo o sobre un montón de cuerdas jugando a los dados, a las
tabas o charlando. Normalmente la tripulación en su tiempo libre se
congregaba en el comedor, pero en días como aquel en los que hacía
buen tiempo, apetecía salir afuera donde el ambiente estaba menos
cargado. Johanna no vio a Dick en un primer vistazo, así que decidió
ir a sentarse junto a Kimbu y Nate que estaban apartados a un lado de
la cubierta sin mucho que hacer. Los dos chicos le caían bien, también le gustaba ir con ellos y les consideraba sus amigos.
-Hola.-Saludó
Johanna y se sentó frente a ellos en el duro suelo con las piernas
cruzadas.
-Hola Joe.-Dijo el
pequeño Nate con una sonrisa en la cara y la miró con sus ojos
enormes de niño. Kimbu le dirigió una leve inclinación de cabeza, pero permaneció en silencio.
Johanna siempre
pensaba que Kimbu y Nate eran como hermanos, igual que Dick y ella.
En un barco pirata, siempre hacía falta alguien en quien confiar y
poder apoyarse en los duros momentos. Los dos niños no se parecían
en nada: Kimbu era fuerte y alto, más que Johanna pese a la
diferencia de edad, y tenía la piel oscura y el cabello negro y
cardado; mientras que Nate era paliducho y su pelo era liso y del
color del bronce.
Los dos habían llegado a la vez al barco y Johanna se sabía su historia. Al parecer, Kimbu había encontrado a Nate en la
ciudad donde ambos vivían, hacía cuatro años. El pequeño estaba
muerto de hambre y de frío, y no tenía a nadie. Kimbu, en un acto de bondad, decidió hacerse cargo de él,pues sabía lo que era
estar solo: sus padres habían muerto cuando era muy niño y
tuvo que hacerse un hueco en el mundo sin ayuda de nadie, pese a ser un niño tan pequeño. No quería que Nate pasase por lo mismo que él.
Respecto a Nate,
nadie sabía de dónde provenía pues su más temprano recuerdo se
remontaba a la época en la que ya conocía a Kimbu y cuando se conocieron no sabía decir nada más que su nombre. Pese a todo, al
pequeño no parecía importarle no saber quien era su familia o de
dónde procedía.
-¿Habéis visto a
Dick?-Les preguntó a los dos grumetes.
-Yo no.-Contestó
Kimbu con su voz grave.
-Yo le he visto en
la comida.-Interrumpió Nate.-Ha comido con nosotros y luego se ha
ido, yo creía que se iba echar la siesta, aunque esta mañana ha
dormido hasta tarde, cuando yo me he levantado él todavía estaba
durmiendo.
Johanna sonrió
ante el alegre parloteo del pequeño. Cuando empezaba a hablar, no
había quien le callase.
-¿Y no le has
vuelto a ver, Nate?
-No, porque ha
venido Lenny y me ha puesto a contar tablones, clavos y más cosas
que hay en el almacén y que luego él apuntaba en un papel el número
que le decía.
Johanna tembló al
oír el nombre de Lenny. Casi se había olvidado de su conversación
con él a mediodía y no quería recordarla.
-Eh, Joe, ¿sabes
que he estado practicando con la espada.-Dijo el pequeño emocionado.
-¿A sí?
-Sí, ya verás que
bien lo hago en la clase de hoy, pronto por a ser más fuerte que
nadie, más fuerte incluso que Kimbu ¿A que sí?-Preguntó al
alegado.
-Claro que si.-El
chico sonrió y le revolvió el pelo al pequeño.
-¡Mira, por ahí
viene Dick!-Señaló Nate.
En efecto, Dick se
acercaba pausadamente hacia ellos con las manos en los bolsillos. El
muchacho se acercó hacia ellos sin decir palabra y se sentó
sonriéndoles a los tres de una manera sospechosa.
Soy la primera en comentar! que biien! ahahaha ^^
ResponderEliminarMe encanta el capítulo. Sigue así ;D Beshines! :3
jajajaja Muchas gracias :D
Eliminarsegunda en comentar!:D
ResponderEliminarcapitulo maravilloso!
sige asi!
Besos M.T
Gracias :) Es un poco corto, pero bueno xD
Eliminar¿Trece? ¡Yuuuhuu! Es la primera protagonista que conozco más joven que yo :D.
ResponderEliminarMe encanta esta historia, los piratas son asjaskdjhlkahfd. ¡Un beso!
Jajajajaja bueno, Harry Potter tenía 11 años en el primer libro...En realidad, no sabia muy bien que edad ponerle, pero 13 me pareció bien xD
EliminarMe gusta esta historia de piratas ^^ ¿Qué habrá hecho Dick mientras estaba ausente? ¬¬
ResponderEliminarMuchos besos Luba :)
Gracias :) En realidad, tampoco es nada muy importante, pero bueno xD
EliminarUna historia del mar y de piratas tiene buena pinta haber por que sonríe de forma sospechosa...
ResponderEliminarP.D tendría que haberme pasado mucho antes por tu blog pero no tuve mucho tiempo libre :S
jajajajaja bueno, no te preocupes :) Gracias!
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