lunes, 10 de diciembre de 2012

Nueva York


¡Hola! ¿Qué tal? :)
En esta entrada os dejo un pequeño relato que escribí hace un tiempo y que ya colgué en mi otro blog. El relato en cuestión se llama Nueva York y para escribirlo me basé en el puzle de la foto de arriba que tengo colgado en mi habitación (que brilla en la oscuridad y todo). Así que bueno, espero que os guste :)

Una de las imágenes más bellas que he visto es la ciudad de Nueva York de noche y después de un día de lluvia. Esa explosión de colores que ya es de por sí una maravilla, se vuelve todavía mejor cuando las luces se reflejan en el suelo mojado, difuminadas y creando un área mágica que te hace pensar que te has trasladado a otro planeta: más extraño pero mucho más hermoso.
Otra de las cosas que más me gustan es el hecho de ver a toda esa gente diferente y única a su manera paseando por las calles, ya sea solas o acompañadas. Pero al verlas a todas juntas, caminando ajenas a los demás, me doy cuenta de lo poco diferentes que somos en realidad.
Fue uno de esos días lluviosos en los que volvía apresurado de trabajar cuando la vi.
Me di cuenta enseguida de que era especial, ya que se extrañamente andaba sola hacia mi por una calle que debería estar llena. No es que no hubiera gente, pero por alguna razón, mantenían la distancia entre ella y nadie más que yo parecía darse cuenta. Pero yo entonces no me fijé en eso.
Tan solo me fijé en ella, que vestía un vestido rojo que era veraniego a pesar de que estábamos en pleno invierno. Lucía una corta melena pelirroja y llevaba en la mano un enorme ramo de flores carmesí.
No eran tan solo estos hechos que me llamaron mi atención en ella, también fue su forma de andar, su seguridad y su naturalidad y, por supuesto, la manera en que parecía no pertenecer a este mundo ya que era como si flotase sobre el asfalto. Algo así como un fantasma, una imagen traída desde otra realidad y colocada en ese momento y lugar.
Mientras el tiempo se paraba para mí, ella se fue acercando en mi dirección y finalmente pasó a mi lado. Estaba tan cerca que pude oler su perfume, pero no soy capaz de describir aquel olor con solo palabras.
Recuerdo que al mirarla más de cerca me di cuenta de que las flores rojas eran en realidad rosas rojas, y en esto que descubrí un hilillo de sangre que corría por la mano con la que sujetaba el ramo.
Algo en ese hecho me sacó de mi apacible sueño y me devolvió a la realidad. Volví a oír los ruidos de los coches, de las personas, y en un acto instintivo la agarré por la muñeca.
Esto hizo que ella soltara el ramo, que fue a caer sobre un charco de agua. Me agache a recogerlas mientras murmuraba unas torpes disculpas. Al coger las flores, una pequeña espina se clavó en mi dedo y pude ver una perfecta gota de sangre escarlata manchando mi piel. Me pregunté durante un momento si por eso sangraba la chica y cuando levanté dispuesto a devolverle las flores, ya no había nadie. Ella ya no estaba y supe que no tendría posibilidad de volver a verla. El que ella me permitiese disfrutar de su presencia fue un maravilloso regalo que jamás se iba a volver a repetir.
Descubrí entonces que entre las flores que había recogido había una tarjeta atada con un lazo. Lentamente, con miedo, la abrí. Allí, con delicada caligrafía estaban escritas las palabras “no me olvides”.
Intuía que ese mensaje no era para mi, pero a pesar de ello yo nunca la he olvidado. Todos los días, desde hace tantos años que ya he perdido la cuenta, vuelvo a esa calle esperando volver a verla; aunque en el fondo sé que no va a regresar, porque ella ya está muy lejos, en el mundo al que pertenece pues nunca ha sido ni como el resto de las personas ni como yo. Aún así, todavía conservo las rosas rojas de aquel día, que quedaron impregnadas de su magia y que a pesar de que haya pasado tanto tiempo siguen tan perfectas como entonces. Tal vez debería haberme deshecho de ellas hace mucho tiempo, pero no he sido capaz. Esas flores son la única prueba que tengo de que ella existió, de que era real, de que no es una locura albergar esperanza en mi corazón.



8 comentarios:

  1. Luba!
    Se que hace mucho, muchissssimo tiempo que no te comento, aunque te haya seguido siempre y siento esa falta de comentarios por mi parte.
    Pese a que este relato ya me lo leí me gusta tanto como la primera vez
    Muchos besos
    PD: Ya te tengo afiliada ;)

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    1. jajajaja no te preocupes por no dejar comentarios, muchas gracias ^^ Yo a ver si me pongo a afiliar gente...

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  2. Me encanta! No lo había leído en el otro blog pero es precioso. Ya me he hecho seguidora de este blog. Un besazo.

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  3. Wow! me ha encantado en serio :3 es maravilloso!

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